miércoles, 6 de febrero de 2013

Separar el orgasmo de la eyaculación



Para disociar el orgasmo de la eyaculación, lo primero que debemos hacer, es asumir – y desquitarnos de nuestra arraigada y falsa creencia -  que son fenómenos fisiológicos completamente distintos. Algún sabio dijo hace mucho tiempo que la cuestión no es únicamente es aprender los nuevos hábitos, sino olvidarse de los viejos y erróneos que tenemos enquistados en nuestro subconsciente.
En la cultura occidental, gran parte de la población masculina tiende a asumir que el orgasmo va acompañado de la eyaculación, y viceversa. En este punto, hemos de señalar que la industria pornográfica - fuente de aprendizaje para muchos adolescentes – ha “inculcado” el hecho de asociar orgasmo y eyaculación como un acto indivisible. Consecuentemente, para alcanzar la multiorgasmia masculina, tal vez sea necesario olvidarse de imitar lo que aprendido en las películas pornográficas.
Para poder alcanzar el objetivo de separar el orgasmo de la eyaculación, hemos de tener en cuenta 3 factores:
-         Control de la respiración.
-         Fortalecimiento del músculo pubococcígeo (músculo pc) mediante los ejercicios de Kegel.
-         Apertura de la órbita microcósmica.
En posteriores post se comentarán detalladamente cómo poner en práctica cada uno de estos 3 pasos.

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