Los tres tesoros constituyen la «receta secreta» que transforma la
energía sexual. Son: la esencia (ching
chi), la fuerza vital (chi) y el
espíritu (xen). Los tres tesoros
trazan el camino de la depuración y la transformación de la consistente y densa
esencia sexual en un estado del ser más elevado.
¿Cómo influyen los tres tesoros en
nuestra sexualidad y qué pretenden enseñamos?
La esencia marca la base material de la energía sexual (el óvulo, el
esperma y el embrión), los cuales, según la medicina tradicional china, se
acumulan básicamente en los riñones. La esencia es como una reserva de energía
del cuerpo, como si se tratara de una batería. Con la menstruación, el parto o
la eyaculación, la reserva se agota poco a poco y con el tiempo va quedando
vacía. La mujer, en el curso de su vida, genera unos 400.000 óvulos, de los
cuales madurarán tan sólo entre 400 y 500. En cada eyaculación encontramos unos
300 millones de espermatozoides.
El óvulo y el espermatozoide contienen la base para que el alma inicie
su existencia terrenal de la vida. El ADN y la información necesarios para la
vida se encuentran en este minúsculo inicio. Con el objetivo de la
reproducción, el cuerpo ofrece la mejor materia prima de que dispone. La
materia prima que el cuerpo necesita para generar óvulos y espermatozoides sale
básicamente de los riñones. No obstante, el cuerpo recurre para ello también a
otros órganos, a las glándulas, al cerebro y a los huesos.
El primer secreto radica en
mantener la esencia en el cuerpo. La respiración ovárica es una técnica
utilizada para extraer de los óvulos la potencia de los ovarios y devolver
dicha energía al cuerpo. De esta forma, podemos fortalecer los órganos
internos, las glándulas, el cerebro y los huesos, Aquí presentaré la técnica de
la respiración ovárica. A fin de obtener los efectos curativos deseados, no
debemos practicar la respiración ovárica por separado, sino como parte de un
sistema curativo global que nace de una base sólida.
La respiración ovárica es muy importante y sólo debe practicarse cuando
se han eliminado las emociones negativas las toxinas del útero y de los demás
órganos. De lo contrario, podrían generarse efectos secundarios negativos.
Respiración ovárica.
- Nos sentaremos en una silla, erguidas, o nos situaremos de pie.
- Cerraremos los ojos y abriremos el corazón
- Llenaremos los pechos con la fragancia del corazón e iniciaremos en ellos un masaje hasta que los notemos tersos y firmes.
- Dejaremos que la energía y la sangre de los pechos y el corazón desciendan hasta los ovarios.
- Colocaremos las manos sobre los ovarios y seguiremos respirando hasta que notemos claramente el latido ahí. Si hace falta, efectuaremos un ligero masaje en la zona.
- Iniciaremos una lenta y profunda inspiración por la vagina. Crearemos así una suave succión en el útero, que dirigirá la energía de los ovarios hacia el. Seguiremos respirando hasta que notemos que el útero se ha llenado.
- Con esta energía purificaremos y transformamos la energía sexual en fuerza vital.
- Luego nos acostamos, nos centramos y permaneceremos así unos 15 min. Esta es una fase de curación e integración.
El ching chi tiene más
densidad y es más rudo que el chi, la
fuerza vital, que circula en nuestro cuerpo. Por razón de su densidad, es más
lento y pesado. Cuando el ching chi
vuelve al cuerpo sin refinar pueden producirse efectos negativos en la salud.
Si el ching chi sin depurar llega a
los pulmones, por ejemplo, pueden producirse alergias, y cuando se desplaza
hasta el hígado puede crearse tensión e irritación. Cuanto más depurada sea la
energía, más fácil les resultará absorberla a los órganos y glándulas.
Muchas personas desean poseer más fuerza y vitalidad, pero no todo el
mundo vive como algo positivo la experiencia en un nivel de energía superior.
Con más energía, no sólo se intensifican las cualidades agradables o
placenteras de la vida sino que también se hacen más intensas las emociones
negativas, las que consiguen evitar con refinamiento las personas que poseen un
nivel de energía muy bajo. En un campo de energía de alta intensidad afloran y
exigen nuestra atención las tensiones y conflictos no deseados o reprimidos.
Esos molestos invitados siguen llamando a la puerta hasta que hacemos las paces
con ellos y podemos despedirlos para siempre.
El segundo tesoro es más un
arte que un secreto: la depuración del cuerpo y la energía y la eliminación de
las emociones negativas.
El tercer secreto consiste en
eliminar de la mente y el espíritu las distorsiones de los sentidos y de los
pensamientos desconcertantes. La mente debe mantenerse clara, abierta y
flexible para poder reflejar la realidad y prepararse para la unión con el más
alto estadio del consciente.
Para abordar la sexualidad de forma curativa y transformadora hace falta
un cuidado especial, sensibilidad y mucho tiempo y atención. Lo mejor es
aprender distintos métodos y descubrir por experiencia propia cuál nos funciona
mejor, puesto que cada persona que emprende esta vía reacciona de forma
distinta. Todos poseemos nuestras necesidades y ritmos particulares, que entran
en juego en el proceso de la curación y el equilibrio de la propia sexualidad.
El proceso de la depuración de la energía sexual debe recibir siempre el
apoyo de la meditación y del trabajo cuerpo/energía, a fin de preparamos
totalmente para funcionar a un nivel de energía superior. Es importante sobre
todo aprender el arte de centrarse antes de iniciar el viaje para la liberación
y la exploración de nuevas dimensiones por medio de la propia sexualidad.
Fuente: El poder de la
sexualidad femenina, Maitreyi D. Piontek
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