A continuación expongo una
serie de valores y de principios en los que se fundamenta la cultura taoísta,
los cuales, para bien o para mal, difieren mucho de los que tenemos en
Occidente:
1. La paz eterna y
armónica en el mundo se cimienta en países afortunados.
2. Una sociedad
floreciente se cimienta en un país afortunado.
3. Una sociedad
afortunada y sana se cimienta en familias en armonía y felices.
4. Una familia feliz
y fiel cimienta en un matrimonio incondicional.
5. Un matrimonio feliz y coronado por el éxito se cimienta en una vida
sexual feliz en pareja.
6. Así pues, el
método de la sexualidad taoísta se considera la sabiduría y el amor completos e
indispensables, pues los secretos de la reproducción contienen el incesante
crecimiento de la naturaleza.
7. Solo en el orgasmo las personas somos uno con nosotros mismos, uno con
la pareja, uno con toda la creación y uno con Dios, la energía universal de
toda la vida. No existe pasado ni futuro, solo existe presente: el eterno aquí
y ahora. El hombre deja aquí de respirar. Su espíritu se vacía y relaja
completamente y, a partir de este vacío, se desarrolla el nuevo y verdadero
amor, la alegría divina y la felicidad iluminada.
8. Los viejos maestros taoístas consideraban el amor, la comida y los
ejercicios respiratorios y de Chi-Kung
como los tres pilares que sustentan la vida de una persona. De estas tres
columnas depende que alguien alcance una longeva edad.
9. Entre las peores cosas que puede hacer a su cuerpo figura el comer es
exceso. Haríamos mejor si pasáramos menos tiempo en la mesa y más tiempo en el
lecho de amor.
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