jueves, 11 de abril de 2013

El Punto G



     El punto G es un lugar extremadamente placentero situado a una distancia de entre tres y cinco centímetros de la apertura de la vagina, en la pared superior (si la mujer está descansando de espaldas), justo detrás del hueso púbico.
     Si tienes su vulva frente a ti e imaginas un reloj en el que el clítoris estaría a las doce, el punto G se encuentra normalmente entre las once y la una.
     Este punto recibe su nombre del doctor Ernst Gräfenberg, el primer médico moderno que lo describió. No hace falta añadir que las mujeres (y muchos hombres) lo han conocido desde siempre. Los taoístas le daban el nombre de «perla negra». Aún se sigue debatiendo si todas las mujeres tienen ese punto o no, ya que algunas son incapaces de hallarlo.
     Es importante conocer algunas generalidades respecto al punto G antes de que el hombre (o la mujer) empiece a explorar:
     El punto G es el punto más famoso dentro de la vagina de la mujer, pero cada mujer tiene sus propios puntos que son personales y únicos. Parece que el punto G no es más que tejido eréctil que se hincha con la estimulación.
     Existen otros puntos sensibles que puedes encontrar. Recientemente, se han descubierto los puntos X e Y a la izquierda y a la derecha del punto G, y aproximadamente a la misma profundidad (a unos cuatro centímetros de la entrada de la vagina). Los últimos estudios realizados revelan que el clítoris, del que se creía que era una estructura corporal mínima, es en realidad mucho más grande y sus nervios descienden por las paredes de la vagina.
     Los taoístas conocían la importancia de estimular esta parte de la vagina y describieron un anillo de placer cerca de la entrada vaginal, aproximadamente a la profundidad antes mencionada de unos cuatro centímetros.


   
Descubrir el punto G

LOS PROMONTORIOS DEL PLACER: cuando la mujer no está excitada, el punto G resulta difícil de hallar, aunque se puede sentir un abultamiento o promontorio en la piel.

MONEDA DE BOLSILLO: el punto G puede hincharse hasta llegar a adquirir el tamaño de una moneda pequeña.

YA EXCITADA: es mejor estimularlo cuando la mujer ya está excitada e incluso cerca del orgasmo.

• LA ALERTA DE LA VEJIGA: algunas mujeres se sienten incómodas e incluso sienten el impulso de orinar cuando se les acaricia el punto G. Esto es muy normal y puede deberse a la proximidad de éste con la uretra y la vejiga. Si el compañero aligera el toque y estimula pacientemente ese punto, en la mayoría de los casos la incomodidad se convertirá en placer. Si a la mujer le preocupa esa aparente necesidad de orinar, puede vaciar la vejiga antes o intentar encontrarse el punto G en la privacidad del baño.

DOS NERVIOS SON MEJOR QUE UNO: según los estudios fisiológicos, la vagina y el clítoris están conectados con dos rutas nerviosas diferentes. El hombre puede intentar estimular el punto G y el clítoris de su compañera al mismo tiempo, lo que en ocasiones producirá orgasmos muy intensos y explosivos.

Fuente: La pareja multiorgásmica, Mantak Chia

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